miércoles, 26 de septiembre de 2007

Sobre la infidelidad

Somos mentalmente promiscuos, instintivamente polígamos. Vemos un cuerpo atractivo y nuestra mente empieza a desnudarlo, a besarlo, a follarlo. No podemos resistirnos. Entonces tanteamos, sopesamos las distintas variables y decidimos, codiciados por un fervor ancestral, si debemos intentar materializar ese pensamiento o bien dejarlo en su naturaleza intangible. La mayoría de ocasiones no sobrepasa las fronteras de nuestra imaginación: “el otro no accederá” o “qué pensará de mí” o “demasiado esfuerzo” o “tengo pareja”. Pero sea cuál sea el motivo que marca la diferencia entre deseo y acto, una parte de nosotros ha practicado el sexo con ese cuerpo atractivo, ha recorrido su geografía, ha sorbido su erotismo.
Somos pues mentalmente promiscuos e instintivamente polígamos. Pero ese no es exactamente el problema, sino la perpetua infidelidad mental que esto conlleva cuando uno vive un romance -qué idea tan poco romántica, por cierto–. Puede que mi novio nunca llegue a recorrer el cuerpo de otra con su lengua y sus labios, pero sí lo hará con sus sueños y deseos. El 100% del tiempo, estoy expuesta a ser abstractamente cornuda: cuando él va al súper, cuando está durmiendo, incluso cuando me folla, es posible que su cabecita esté hincándola en otra. La infidelidad mental, onírica, intangible (como se le quiera llamar) es inevitable, por lo que la búsqueda de su homóloga material empieza a parecerme absurda. La persecución a ultranza de la monogamia es incoherente porque nuestra propia condición nos lo impide. Reprimimos nuestros instintos sexuales en la vida real, sí; pero con ello potenciamos el fervor de los sueños, la tentación de lo prohibido, el poder de la fantasía.
La diferencia entre mi novio y el resto de hombres de la tierra es que, pese a haberse acostado conmigo o no, él goza de mi corazón, mi amor, algo no material que hace que nuestra unión se perpetúe una vez que saca su polla de mí. Siempre estamos fusionados, las 24 horas del día. Y eso no se lo imagina cuando ve un cuerpo atractivo. No obstante, me enerva que materialice sus sueños eróticos con otras. Sé que mi unión es duradera, palpable y espiritual; mientras que con las que se pueda tirar, su fusión será tan escueta como el mismo coito. Pero no lo puedo soportar. Sin embargo, soy mucho más permisiva cuando otras, bajo el nombre de amigas, van entrando poco a poco en su corazón, sin sexo, consolidando una coyuntura sólida, duradera, haciéndose un hueco en su vida. Somos mentalmente promiscuos, pero lo peor de todo es que somos totalmente incoherentes.

Miriam

¿

25 comentarios:

E. dijo...

La diferencia entre esas mujeres o esos hombres con los que todos materializamos nuestros sueños ocultos, los que nos inspiran a sacar nuestro lado más "primitivo", visceral y básico y entre la persona que "realmente" puede hacer eso, tu pareja, es que tú la has elegido, él te ha elegido y por ese simple hecho la sóla idea de la poligamia, la "infidelidad" propiamente dicha, no con connotaciones de maldad, si no simplemente como acción se torna vacía, insulsa y pasajera...carece de sentido al fin y al cabo cuando se está con la persona que quieres.Se puede ser infiel mil veces, pero a la larga todos sabemos que realmente lo que nos llena es volver a ver esos ojos con los que soñamos y que sabemos que son nuestros.Bueno...eso creo yo^^U besos!

Anónimo dijo...

Después de escribir esto acepto la infidelidad físcica, mental y material!!! SOY LIBRE!!!!!!!!!!!!!!!!!!

pd. No tengo novio, son reflexiones...(vale, cariño?)

Anónimo dijo...

En definitiva... amor libre, nena... que la vida son dos días

Anónimo dijo...

Somos incoherentes y eclécticos. Y nos empeñamos en ocularlo por absurdas etiquetas sociales que nos automiponemos.
Pero tienes toda la razón, el deseo es imparable y poco puede hacer la razón para controlarlo.
Eso sí, cuando miras a alguien a los ojos, y la dulzura entra por la puerta, se llega a momentos tan sublimes que ni el polvo más sideral puede hacerle sombra.

Carme Fortià dijo...

Completamente de acuerdo con elo y con alex.
Aún recuerdo una amiga que me decía es que cuando le veo se me cae todo al suelo, y luego me siento culpable por él (su pareja), porque acaso el deseo no es como serle infiel? Yo le decía que no, que eso es algo natural, per vaya, que lo has dicho mejor que yo y que creo que le haré llegar tus palabras!

Anónimo dijo...

No todo el mundo comete infidelidades, quizas atracción, pero si amas no haces nada. A lo mejor tu eres la rara

Anónimo dijo...

Cuánta razón tienes! Estoy de acuerdo con todo lo que has dicho. Te felicito, muy buena reflexión.

Saludoss!

Anónimo dijo...

amor libre?infidelidad?cuernos? uff....

acoolgirl dijo...

Yo debo ser muy celosa, pero creo que no me hace ninguna gracia que mi chico se pasara el dia pensando en follar con unas y con otras... aunque no lo haga!!!

Si, quiza tu eres mucho mas permisiva que yo!

Besitosss

Principito Desencantado dijo...

Coincido de cierta manera contigo. Al fin y al cabo el pensamiento es el ultimo reducto de libertad que nos queda. Si a eso unimos nuestra humanidad resulta q cometemos varias infidelidades al cabo del día.

A mí sionceramente eso me da igual, lo considero natural. Eso sí, la infidelidad física no la perdono, de hecho no la perdoné.

Besos.

Anónimo dijo...

Jo estic molt enamorada de la persona que tinc al costat i simplement no tinc necesssitat d'anar-me'n amb un altre ni res. Estic b� aix� i si veig a una persona atractiva, doncs penso que est� bo i prou.. per� no m'imagino que practico el sexe amb ell. Suposo que �s dep�n de com siguis.
Per� el text m'ha agradat molt!

Omphalos dijo...

Como todo en esta vida, al final ser o no infiel en un momento dado es una elección que ponderamos, valoramos, y llegamos a una conclusión.

La monogamia "física" no deja de ser una imposición cultural de nuestra sociedad, de la religión que fue la base de la misma. Hay otras sociedades, otras culturas, en las que no reina la monogamia.

La monogamia "mental" es, además de inevitable, conceptualmente enfermiza. La infidelidad mental es sana.

Sana?!? Si. Eso creo.

En el caso que planteas (infiel él, sufridora ella), él está constantemente comparando a ella con el mercado (es así de crudo), y, mientras no encuentre algo mejor (en el sentido más amplio de la palabra, puesto que los pesos relativos de cada elemento de juicio variaran entre los momentos), no será infiel. Ella, por el contrario, se mantendrá siempre "alerta" para intentar evitar que él se marché con otra. Y donde defino él y ella, pueden hacerse todas las transposiciones y combinaciones que se deseen.

Vamos, que un punto de tensión y atención en una relación creo que es siempre positivo. De otra forma, cuando la comodidad se instaura, cuando dejamos de prestar atención a los detalles, es cuando corremos el riesgo de que nuestra pareja pruebe suerte fuera de casa.

Y seamos francos: quien ha pensado en ser infiel en los primeros compases de una relación? En esos primeros momentos en que todos tus pensamientos, conscientes e inconscientes, están centrados en esa otra persona? En ese tiempo en que la separación física se te hace insoportable y puede llegar a doler, quien se ha puesto a mirar lascivamente otros cuerpos? Yo, al menos, en esos primeros diez minutos ;-) no, nunca.

Por otro lado, como tú dices, lo que hace que una relación sea eso y no una amistad con derecho a folleteo es ese otro intangible, llámese confianza, llámese conexión, llámese como se quiera, que hace que sepamos que piensa la otra persona con sólo un cruce de ojos, que hace que conozcamos su estado de ánimo con un simple "hola". Esa inconcreción es la que nos hace mantenernos fieles físicamente, y en alerta mentalmente.

Siempre, todo es una elección: qué valoro más? La persona que tengo a mi lado? O el trozo de carne animado potencialmente interesante que hay ahí? Es tarea de la persona que tenemos al lado conseguir que no tengamos porqué probar fuera de casa.

El resto? Son sólo pajas mentales.

Un beso

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo!!!!

Anónimo dijo...

La infidelidad mental es parte del hombre y de la mujer. La física es culpa de mujeres tan increíbles, guapas, seductoras e inteligentes como tú.

Anónimo dijo...

Nunca habia pensado en la perpetua infidelidad mental... que horror....

Unknown dijo...

Hace días que te leo y me pareces realmente buena. Tienes mucha fuerza al escribir, eres directa y no tienes tapujos. Entre líneas descubro a una mujer brillante, fuerte y valiente que me encantaría poder conocer. Por los comentarios deduzco que ademas estas buena.
Referente al texto, creo que hablas de algo muy importante. Es verdad, el sexo es solo físico y no debería de preocuparnos. pero so amas a alguien te das cuenta de que solo quieres estar con esa persona y que el sexo con otras ya no te llena. Pero como tu misma dices, no tienes pareja ni yo. Por ahora no lo podemos entender, supongo.

Anónimo dijo...

No hay dolor tan lacerante como aquél que produce el ver que ha comenzado a regalar su complicidad a otro o a otra; y que, en cierto modo por tanto, te roba segundos de cercanía.

Un polvo no es nada. Dos, tres, quince... no son nada. Pero cuando descubres que, aunque no haya habido sexo, en la próxima tertulia de amigos las miradas cómplices van dirigidas a otro o a otra, sólo entonces has perdido todo.

El sexo, a fin de cuentas, es un deporte que se practica en pareja. Muy saludable y embellecedor. Mejor o peor, y con mejores o peores contrincantes.

La infidelidad no es el sexo; la infidelidad llega cuando al sexo le anteceden unas miradas, unas palabras dulces, y... tras él hay manos enlazadas, besos tiernos, pensamientos compartidos y..., más adelante, sueños de reencuentros, de nuevas miradas, de nuevas complicidades.

Y la infidelidad llega cuando, pese a que no ha habido sexo y ni siquiera se pretende, se busca en otro la complicidad que se debería buscar en la pareja.

Bueno, vale... hablo de lealtad, un comportamiento y un sentimiento, a mi juicio, más sublime que el de la fidelidad.

Anónimo dijo...

Nunca había leído un resumen tan lúcido y tan esclarecedor de lo que son nuestras relaciones. No tengo pareja ahora, pero lo sentí. Que claramente sientes, que bien lo describes. No salgo de mi asombro. Mañana me lo leo otra vez, reflexionraré mejor que a estas horas.
Besos mil a los dos.

Anónimo dijo...

uno piensa que lo tiene todo.. luego la infidelidad destruye todo.. hay veces que pienso que estar solo es lo mejor,, no se...una vez que esto ocurre . no se encuentra ningun camino, todos los dias son grises y cuando sale el sol no lo ves, no te das cuenta, en definitiva te destrozan y solo piensas en una cosa( cuando sera el gran dia en que dejes de sufrir?? cuando tus latidos dejaran de funcionar ??) esa es la pregunta... cuando ???

Nani dijo...

la verdad..coincido con ese texto..

no te cosnoco, y por ahi nunca nos veamos las caras...pero lo qe decis, es verdad.


saludoSS

María dijo...

A mí siempre me cabreará que mi novio piense en otras... pero sé que es inevitable.

Un pedazo de post, felicidades.

buy sildenafil citrate dijo...

Es verdad, el sexo es solo físico y no debería de preocuparnos. pero so amas a alguien te das cuenta de que solo quieres estar con esa persona y que el sexo con otras ya no te llena

buy kamagra dijo...

es un grave problema de la sociedad moderna, la verdad hay que dajar de ocultar la verdad, nas de el 85% pociento de la gente casada no esta siendo fiel, son datos interesantes si queremos saber sobre la felicidad y todos esos temas que van de la mano. Es una sociedad enferma y no hay cura para ello. Lo peor es que se esta viendo como algo normal la enfermedad.

pharmacy dijo...

Realmente me gusta este sitio, me parece interesante saber mas acerca de este tema, sigue adelante y por supuesto cada vez que tenga tiempo lo chequeare de nuevo

xlpharmacy dijo...

creo que lo mejor seria que todos pudieramos ser infieles todos los dias, ojala no hubiera ese "pero" que inpide follar con cualquiern persona que uno ve en la calle...